La historia de esta película nació precisamente a la conclusión de un espectáculo de Baras, La Pepa, al que habían asistido en Madrid los productores del documental, con el valenciano Kiko Martínez a la cabeza. «Justo después de ver en Madrid su anterior montaje, en el camerino de Sara, en un frío noviembre, contuvimos la respiración. Estábamos emocionados (¿conmocionados?) y como productores no nos quedó duda alguna: debemos producir está película y enseñar al mundo 
lo que hay detrás de esta genial artista«, explican en la memoria del documental. «Todos, es probable que ella misma también, necesitábamos conocer mas profundamente a esta genial artista», añaden.
Con ese objetivo, el de captar el duende de Baras, su talento y retratar a la persona, nació una película que evidencia el buen estado de forma del género documental en España. La premisa de la que partían fue clara desde el principio. Plantearían la historia como un proceso interno y externo de creación de un artista global, «ya que Baras crea, escribe, dirige, coreografía, diseña y produce sus espectáculos», recuerdan. Para ello emplearían como estructura vertebradora el último espectáculo de Baras, desde su creación, pasando por su gran estreno en París y su gira.
