Sinceramente en muchas ocasiones nos sale el orgullo patrio al hablar del cine español. Y en la mayoría de esas discusiones no sabemos muy bien de lo que estamos hablando porque quizá deberíamos limitar lo que queremos decir con cine español. Si por español hablamos de españolada al más puro estilo 60’s con desnudos y chistes subidos de tono, entonces la discusión está terminada. Es un estilo y un género que murió con el público que lo veía. Pero si por español hablamos de aquel en el que se habla en el idioma de Cervantes entonces es otra cosa. Pero también podemos hablar de cine español en el que no se habla castellano. entonces, ¿cómo quedamos?
Cine español, cine hecho en españa o cine en español
Según el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, a día de hoy, un película es española cuando esté producida por empresas españolas o radicadas en España y cumplan los siguientes requisitos:
- Que al menos un 75% de los autores de las obras cinematográficas o audiovisuales , entendiendo como tales el director, el guionista, el director de fotografía y el compositor de la música, sean de nacionalidad española o nacionales de los Estados miembros de la Unión Europea.
- Que al menos el 75% del equipo artístico y técnico cumpla con los condiciones de nacionalidad del primer requisito.
- Que la película se realice preferentemente en castellano o en cualquiera de las lenguas oficiales en España.
- Que el rodaje salvo exigencias técnicas o de guión se realice en un estado miembro de la UE.
- Si se ha declarado como coproducción y está aprobada esta condición.
Pero entonces, ¿es The Impossible (Juan Antonio Bayona, 2012) una película española?
Pues según el Ministerio sí lo es. Y es que seguro que cumple con los requisitos de nacionalidad del equipo técnico, artístico y de lugar de rodaje. Cierto es que se rodó en inglés pero es cine español a todos los efectos. Quizá no sea cine en español o cine hecho en España al 100%, pero es cine español. Hemos de sentirnos orgullosos que se hagan películas así y se comiencen a llevar a cabo coproducciones que lleguen al gran público. Eso nos hará más fuertes frente a mercados mucho más poderosos y con mayor presupuesto. Nos podemos fijar también en ejemplos como Los otros (Alejandro Aménabar, 2001) o El laberinto del fauno (Guillermo del Toro, 2006) películas realizadas en coproducción, de éxito y bien tratadas por la crítica.
Eso no quere decir que tengamos que renunciar a nuestros hechos diferenciales o a nuestra manera de contar las cosas. Se puede ser diferente y a la vez exitoso y rentable. y el cine español lo puede ser y lo ha demostrado.
Fuente imágenes: Filmaffinity.com